La vida es como un viaje astral.
Unidos a este mundo que
vemos mediante un cordón de plata, no nos damos cuenta de que nuestro
verdadero ser puro se encuentra en otra dimensión; pues estamos en un
continuo sueño profundo del que no despertamos porque constantemente nos
aferramos al yo por miedo a descubrir la verdad.
Yo solo soy un reflejo de mi ser real y tu formas parte de mi universo y viceversa.
Los continuos pensamientos que nacen en la mente, que no acaban nunca porque automáticamente surgen otros que nos mantienen conscientes en la inconsciencia.
La iluminación o la muerte es el despertar al verdadero mundo de la realidad.
Aunque la segunda rompe con el cordón de plata en el caso de que no estés iluminado, pues tienes que
perfeccionar tu alma para poder regresar al verdadero mundo del que viniste en un
principio; donde te integras como un ladrillo mas en la conciencia universal.